La familia Calvo Larrain establece sus raíces en Quinta de Tilcoco, siendo Andrés quien marca el inicio del legado agrícola, y trabajo de la tierra, de C&L Fruit.
En la década de los noventa, los hijos de Andrés se incorporan, transformando la producción de cultivos tradicionales a frutales destinados a la exportación.
Comienzan a comercializar frutas de hueso, principalmente ciruelas y nectarines.
Entre 2012 y 2022 se adquieren y plantan los principales campos: San Clemente (cerezas), Las Vertientes (ciruelas) y El Molino (cerezas).
Se construye y pone en funcionamiento la primera central frutícola en Rengo, región de O’Higgins, con tecnología de punta; Unitec Cherry Vision, y estrictas medidas de seguridad. Se realiza la primera exportación de cerezas a China.
Ampliación de la planta de Rengo; se adquirió una nueva línea de cerezas de 28 vías, Unitec Cherry Vision 3.5